sábado, 27 de marzo de 2010

avanti

"Aunque lo intente no se me olvida
que sigo siendo la misma loca,
Y a fin de cuentas no soy distinta
a aquella idiota, que te quería
que todavía espera verte sonreir
que todavía espera verse junto a tí"

Es inútil que intente comentar algo al respecto,
ya nadie va a entender de que se trata esto.
Ya nadie comprende de lo que estoy hablando
ya todos declaran delirio en mis palabras
el que siga insistiendo, sin tener nada

Ya no voy a intentar explicarlo
ya no voy a pedir consejos al respecto...
ninguno de ellos quita lo que siento

Nada tengo, y lo tengo todo
la memoria fastidia los recuerdos,
cuando intentas recordar en verdad como fué
y aún peor es intentar despeyejar aquellos hechos
que no son nada, que son pocos, que apenas existieron
pero es que no puedo, no puedo romperlos
no puedo borrarlos, y no puedo decir que no son nada...




Como me decían cuando volvi...
"Avanti Morocha, no llueve tanto, hasta los más mancos la siguen remando..."

jueves, 18 de marzo de 2010

Todo había sido un sueño muy real y muy profundo...

Como Camarón de Estopa

Superior a mí
es la fuerza que me lleva en el pulso que mantengo
con la oscuridad que tiñen de oscuro tus ojos negros.

Y qué me cuentas del tiempo que pasa en su pestañeo
y que me trae por esta calle de amargura y de lamento.

Que yo sé que la sonrisa que se dibuja en mi cara
tiene que ver con la brisa que abanica tu mirada.
Tan despacio y tan deprisa, tan normal y tan extraña.
Yo me parto la camisa como Camarón.

Tú me rompes las entrañas, me trepas como una araña.
Bebes del sudor que empaña el cristal de mi habitación
y después por la mañana despierto y no tengo alas.
Llevo diez horas durmiendo y mi almohada está empapada.
Todo había sido un sueño muy real y muy profundo.
Tus ojos no tienen dueño porque no son de este mundo.

Que no te quiero mirar.
Pero es que cierro los ojos y hasta te veo por dentro.
Te veo en un lado y en otro, en cada foto, en cada espejo
y en las paredes del metro y en los ojos de la gente,
hasta en la sopa más caliente. Loco yo me estoy volviendo.

Y a veces te espero en el bar de la esquina
con la mirada fija en tu portería.
Y a veces me como de un "bocao" el mundo.
Y a veces te siento y a veces te tumbo.
A veces te leo un beso en los labios
y como yo no me atrevo me corto y me abro.




Que yo sé que la sonrisa que se dibuja en mi cara
tiene que ver con la brisa que abanica tu mirada.




Un poco del flamenco de mi alma, que dice con la misma nostalgia lo que siente el corazón, con la raiz del arma mia.
Vuelve la nostalgia, vuelve el ardor, vuelven los sueños reales y profundos, vuelvo a querer y con los ojos cerrados te veo.
Vuelve el amor tremendo que te saca hasta las ganas de dormir un segundo. Vuelvo a ver hacia atrás, buscandote donde no estas...
Vuelvo a crear para sacar el peso de esta mochila que todavia no se descarga..

Vuelvo a arder, vuelvo a quemar, vuelvo a bailar flamenco.
...tiene que ver con la brisa que abanica tu mirada.

sábado, 13 de marzo de 2010

Shanshito o... mi alimentador de imaginación




Por tu culpa, cuando todavia no tenia ni uso de razón, ¿Alguna vez lo tuve? Miraba Star Wars. Y eso que fue la primera peli que papá llevo al cine a ver a mamá (eso si, puro tiro y lio y mamá pensaba que era una romantica, y por siempre la odio).

Por tu culpa tengo un huequito en la cabeza, no es totalmente redonda!, por tu culpa nunca me voy a poder pelar!, ya que en una de tus piruetas me diste vuelta y me diste la cabeza contra el cemento con solo tres años.

Por vos soy una FREAKIIII.

Por vos escucho la musica que escucho, me lavaste la cabeza con u2, cindy lauper, tina turner, Leon Gieco. Y me han dicho "vos sos una chica de tu edad, pero de los 80! te equibocaste de década!".
Por vos, sé los unicos dos o tres pasos de salsa que conozco.

Por tu culpa me metí en la Asociacion Tolkien Argentina!!!, Porque me obligaste a ir a acompañarte a ver El Señor de los Anillos, sino te ofendias como la vez que no te acompañe a ver Star Wars Episodio 1, y no me hablaste durante una semana.
Porque me compraste los primeros libros.
Por tu culpa, por llevarme a ver eso ahora ligué un millón de amigos, y de los mejores.

Por tu culpa elegí la carrera de cine porque me alimentaste con un montón de esas pelis que antes vos no habias visto, y me hiciste flashear un montón de cosas, y alimentaste mi imaginacion... y me fui para arte.

Porque nos batíamos a duelo todos los domignos con el nuevo diario Clarin, enrroyándolo y dándonos como si fueran espadas.
Porque me dejabas tocar todos los botones de tu compu y de peque sabia más que cualquier otra.
Porque me llevas como 17 años, nací con demora, pero siempre actuaste como si tuvieramos la misma edad. Y tal vez por eso con el tiempo me hice grandes amigos, mucho mas grandes que yo.

Porque me sacabas el control remoto.
Porque peleando, y tal vez sin querer queriendo, es por tu culpa que tengo muchas cosas que hoy tengo, más allá de tu habitacion! (cuak), sos en parte el causante de esta gran imaginacion que tengo, que me manda a buscar qué hacer en la vida.

Porque sos el más organizado, el que me da libros para arrancar una empresa, y tus microemprendimientos son de hidromiel, tartitas y cosas ricas, pero ya vendrá una gran Peluqueria para Marina!.
Porque te buscaste una mujer que lleva mi segundo nombre, y tiene una hija que se llama igual que yo, y tiene el mismo carácter que yo, o peor!. jaja

Porque es facil pelearte , porque sé una canción que te hace aflojar..."Shanshito con cola..."

Porque sos mi shanshito! mi hermanito!!!

Porque te quiero mucho, y por tantas cosas mas que hiciste que me hacen como soy.

Por tu culpa soy como soy!

GRACIAS!!!!!!

lunes, 8 de marzo de 2010

Frío

Frío, hace frío, eso hace. No queda mas que envolverse entre las sabanas... y notar que vacía esta una cama, que nunca tuvo a alguien más que a mi.
Frío, hace frío, eso hace. No queda más que cerrar los ojos, y pensar que las cosas pueden ser de otra manera. Y en otros universos lejanos, la cama no esta tan vacía, pero en este universo tocaron las sabanas frías.
Frío, hace frío, eso hace. No prendan la calefacción, ni me vengan con cosas que no son, no intenten hacerme creer que aquí hace calor. Prefiero morir de frío, que en una falsa ilusión.
Frío, hace frío, eso hace.

domingo, 7 de marzo de 2010

Cien años de compañía, Historia de una ida.


Historia de la familia. Versión extendida de la obra presentada al concurso de inmigrantes. Falta contar más cosas, nombres y más información, pero denme tiempo, es un siglo de historia, con suerte y dedicación para el centenario acabe de contar lo que sucedió… hasta ahora. Espero no ofender a nadie contando tanta historia, pero para mi es necesario recordar, consideren que tanto lo bueno como lo malo no se pierda, que todo continúe vivo, risas y llantos, lecciones y cosas aprendidas de nuestros antepasados, para que sean ejemplo en el futuro, más alla de quienes aún no pisan este mundo y estan por llegar. Nosotros también haremos historia, que ellos sigan vivos, que nosotros vivamos... que la vida, no es bella... ES HERMOSA!!!




Esta historia se puede contar de diferentes modos, con fechas y nombres claves, como un simple registro, o de la manera en que la contaré a continuación. Los almanaques marcaban el año 1916, y José Madroñal con 18 años se estaba embarcando con una maleta de pocos kilos, y sin más, hasta Argentina. Todo tiene su porqué, y el porqué era salvar su vida, debía irse más rápido que el poder de aquellos que le darían muerte a cientos de inocentes.
Eran los años en que Franco, y tantos más, en España se dedicaba a dar muerte a los que anhelaban libertad. Era el tiempo de sacar de la tierra las raíces, y plantarse en otro territorio, con paz, donde se pudiera al menos, vivir. La guerra estaba donde miraran, tal vez hasta sus propios vecinos con los que había crecido serian capaz de delatarlo, pues era un hombre poco común.
Anarquista y artista, no se dejaba doblegar, tal vez cortarían su cuello, pero ese no seria su destino, en esa maleta de poco peso, con su sangre escribiría una historia, la mejor de todas, que aún sigue viviendo, y no se termina.

Él, y su familia vivían en Algodonales, Andalucía, aquella tierra donde nacen los cantores, los bailadores, los actores, los dibujantes, donde afloran todas las artes. Trabajaban en un parador, con hospedaje, establos y servicios para los viajantes. Cada miembro los atendía, sus padres, tíos y hermanos, cada uno tenia un oficio. Andrés era herrero (llego a tener un alto rango en la escuela Industrial de la Plata), Juan era zapatero, otro cortaba el pelo, Rosario hacia comidas para cientos de viajantes (escribió libros de recetas donde dice “preparación para 150 personas, coloque 200kilos de harina y 300 huevos”) y otros atendían la hostería. José se fue para poder ahorrar dinero para traerlos a todos, los hombres partieron primero, pues eran más propensos a ser capturados. Imagínense un segundo aquellas tierras, debió de ser tan difícil abandonarlas que por generaciones aún se tiene el anhelo de al menos visitarlas, colinas verdes y las paredes de las casas de toda la ciudad pintadas de blanco. Tal vez relucían al atardecer con el reflejo, de tonos rosas y al caer la noche la luna le daría un brillo inusual, un blanco esmeralda y a la nueva salida del sol brillarían resplandecientes. Tenían su casa, tenían historia, tenían amigos, tenían un establo, salían a andar en caballo y tal vez miles de aventuras por aquellas tierras, tenían trabajo, pero todo eso se acabaría con el dejo del último suspiro…pues también tenían de enemigos aquellos dictadores,… pero lo más importante para ellos era que tenían familia. Había que partir.

Al llegar aquí trabajo en una fábrica, donde conoció a un gran amigo, con quien compartía habitación. Un día, este le pide que le acompañe a ir a buscar a su hermana al puerto.
Así fue como le acompaño y vio a aquella morocha, de ojos negros, tal vez ni siquiera había bajado del barco cuando José se enamoró… de la hermana de su amigo.
Mora, venia desde Granada a vivir, tenía unos 15 años. Titína le decían, Agustina era su nombre. José logró conquistarla, y se casaron al tiempo. Recuerdan su abundante pelo, el cual ataba siempre, pues solo era para desatarlo frente a José, y que él solo apreciara su belleza. Ambos formaron una familia con cinco hijas mujeres, Eva, Azucena, Crisálida, x, x. Todos juntos convivieron largos años con sus esposos e hijos, la casa parecía un conventillo con tanta gente. Los niños, hermanos y primos crecieron juntos en su primera infancia.

José ayudaba a cada cual que venia de España, sin un destino, él se encargaba de buscarle trabajo y un terreno, una casa donde construir su vida. Hoy muchos lo recuerdan, y es raro recibir un abrazo de un anciano, solo porque sea mi bisabuelo.

Fundó el Circulo cultural Andaluz, y tenía un bar donde iban los gauchos y atendían sus hijas, pero allí se encontraba la más bella de las mujeres, a quien los gauchos dedicaron
cientos de poemas y miradas pues su belleza era tanto externa como interna, “Tiíta Rosario” la llamábamos, era rubia, de ojos azules, con labios carnosos y rojos como las rosas. Había llegado al país, tiempo después que su hermano José, con su madre ciega. Se dice que se había enamorado de un marinero, que le propuso matrimonio y recorrer los siete mares a su lado, pero ella desistió de su proposición pues quiso quedarse cuidando a su madre y no separarse de la familia. A pesar del tiempo, no entregó su corazón a otro hombre. Años mas tarde, cuando ya era anciana tuvo que ir a una revisión médica pues su salud iba deteriorándose, uno de los médicos llamo a su hermano José, sorprendido, y le confesó “esta mujer, tiene más de 80 años y es virgen”. Y más aún que eso, para Corina, su sobria biznieta, es una santa, pues ella la adora a pesar de que partió cuando tenia pocos años de vida, la ama con todo su corazón, recordando lo bella y buena persona y de tan puro corazón que era.

Así es como pasaban los días, José ayudaba a mucha gente, y con un trabajo, para hacer tamañas cosas y mantener a la familia, no es suficiente. Se rumorea que contrabandeaban tijeras de acero de Toledo y azafrán, los viejos peluqueros han de tener una, y lo recuerdan
aún cuando su nieto se sienta a cortar su larga barba en la peluquería del barrio. Ese negocio del contrabando lo mantenía con un viejo amigo en España, “el Rubio Torpeza”, el cual le escribió una carta de extensión por hojas… contándole como había sido el viaje hasta el correo, para enviarle la carta… allí descubrimos el porqué de su nombre.

A pesar de los problemas que se podía tener con la ley, lo importante es tener amigos, y sí, a José le sobraban.

Cuando él mandaba en la casa, todo marchaba bien, y su prole creció. Tenía frases, tales como “Si tenéis hambre, a bailar! A bailar! Si estáis tristes a bailar! A bailar!!!”, pues no siempre todas eran alegrías, pero siempre se podía bailar.
Por los pasillos cantaba una vieja canción “A tu vera, y siempre a la verita tuya, y siempre a la verita tuya hasta que de amor me muera”, la que años después sonaría en boca de su biznieta que a corta edad empezó a entonarla, para sorpresa de su padre que le preguntó de dónde había sacado esa canción.

Así es como siempre estábamos todos juntos, y el cual era un deseo recurrente en su hija Eva.
Eva a su tiempo también se enamoró, de un muchacho que trabajaba vendiendo diarios y revistas en su puesto. Todos los días ella se pasaba delante, bien arreglada… hasta que le robó su mirada. Tal vez aquí es cuando se empieza a empañar la historia, pues el amor no siempre es bueno. Oscar Fasio, lucia siempre un bigote y su boina era característica, mayor de nueve hermanos, se casaron y de su unión nació Oscar Raúl, a quien llamaron Chiche y Susana, años más tarde cuando estos ya eran adolescentes nació su tercer hijo Pepe.
La familia de Oscar se daba seguido a la bebida y a los vicios, a diario se emborrachaban, a pesar de ser muy trabajadores, siempre iban a los bares. Aún así, cuando jóvenes trabajaba en el cabaret Rossi, de la familia, el dueño era el tío x y se asentaba cerca de la estación, allí les daban habitaciones a las prostitutas para que ejercieran su trabajo. Se sabían todas las trampas de los hombres de la ciudad y eran casi, o aún peor, que una mafia. Recuerdan cuando Oscar se partió todos los dedos de la mano… tras haberle atinado y deformado la cara de otro hombre. Pues, en el cabaret usualmente se daba a la pelea, una de las principales causas era cuando un hombre quería llevarse a una prostituta que trabajara allí. Chiche recuerda una vez que su padre lo metió bajo una mesa, cuando niño, y vio volar los tiros en el salón. Los niños iban a jugar de día sobre un escenario que tenía instrumentos y todo armado para los espectáculos nocturnos, donde al caer la noche no se les permitía entrar.

Pero Chiche, adoraba a su abuelo José, quien partió en su infancia, y marca ese punto
como el término de su niñez. Pues no todo en la vida es color de rosas, y esta historia es aún más grande y conlleva penas y felicidad. José le contaba historias de su vida, de Algodonales,
y hasta dejo testimonio de las cartas de amigos, e historias de teatro y muchos escritos.
Chiche aprecio esos recuerdos dorados y los guardó. Cuando fue mayor el tuvo historias propias y se convirtió en un gran Cuentacuentos como su abuelo. En las historias que contaban de boca en boca, se decía que la familia procedía de la descendencia del “Conde de Luna”, tanto como los chistes verdes, o las anécdotas divertidas. Pero lo más importante que no se debe de olvidar es que todos los Madroñales somos familia.

Pero para continuar las familias, se deben de unir con otras. Los Fasio tuvieron una historia trágica, cuando un día, el menor de los nueve hermanos, “nombrex”, con 18 años no regreso a la casa. Su madre se desesperó, pues temía el peor destino, no lo pudo tolerar, ver transformado a su hijo, tal vez igual que como lo fue su padre, convertido en un alcohólico. Cuando él regreso después de dos días de desaparecer, donde se había dedicado a la bebida, recibió la noticia del suicidio de su madre, quien se prendió fuego viva delante de los ojos de su hermana. Su hijo no lo pudo tolerar, y al cabo de dos días le dio fin a su vida, para reunirse con su madre.
Aquí se habia marcado un antes y un después, se aprendió que el alcohol quita vidas.
Aún asi, los hermanos seguían dándose usualmente a la bebida y se dice que Oscar manejaba mejor su bicicleta ebrio que sobrio. Una vuelta enfermó y debió dejar de tomar por la medicina y se descubrió su adicción. Debían inyectarle alcohol para que no delirara. Al acostarse en la cama soñaba irrealidades y pensaba que el vecino le tiraba agua. Chiche le intentó explicar que era ilógico que su vecino le tirara agua desde arriba de la ventana, y Oscar comprendió su problema y se dejó someter a tratamiento. Por esas épocas su hermano se asusto de aquel hecho. Una madrugada sentado en la plaza Italia vio pasar un tranvía de colores, cada bagón era de un color disitinto y se mandó a internar al instante, adjudicando que ¡veía cosas que no son, un tran via de colores, estoy del tomate!!!. Lo gracioso es que esa misma mañana habían inaugurado realmente aquel tren vía de colores, solo que no lo habían publicitado.

Cada uno tuvo distintas vidas, cada uno hizo lo que quiso con la suya. Un primo rebelde de Chiche “nombrex” quiso dedicar su vida a la música. Era un rebelde, no trabajaba, no estudiaba, no hacia nada más que estar con sus pelos sucios y su guitarrita. Lo querían obligar a estudiar, pero el se negó rotundamente. Salió del país buscando el éxito, se transformo en uno de los primeros DJ, y llego a ser dueño de una gran empresa discográfica en el extranjero. Dinero, éxito, plata, mujeres y fiestas. Ya de grande, una de las crisis económicas mundiales hizo estragos su fortuna y volvió a la Argentina. Entro de viejo a un local de venta de muebles para el hogar “Guansetti”, donde encontró a Corina, hija mayor de su primo, por casualidad. Le confesó que estaba triste, pues había llegado a envejecer sin una buena compañía a su lado. Se arrepintió de no haber buscado a una mujer con quien compartir hasta el último suspiro.

La amistad entre primos es algo usual en esta familia. Oscarcito y * iban al colegio juntos, tal vez tenían diez años. Una anécdota recordada era que él siempre sacaba notas de 10, pero Oscar era de 7. Un día no había estudiado y Chiche le permite copiarse de él en la clase.
Nunca se habia copiado, y lo demostró, los dos exámenes eran completamente iguales. El profesor disgustado, puso la nota buena a él y un cero enorme a Chiche. Lo retó su madre Eva, y la Tía, madre de * estaba orgullosa del 10 de su niño, pero no pudo con el remordimiento y confesó la verdad. Para que! El profesor puso la nota correspondiente a cada uno, y su madre pegó el grito en el cielo, lo castigo terriblemente!
Aún así de jóvenes, todos los primos juntos hacían bromas, hasta cuando iban al campo.
Solían dejar paquetes envueltos con moño sobre la ruta… la gente frenaba su auto, y las cargaba hasta adentro. Al abrirlas se encontraban con sorpresas tales como… murciélagos, basura, o hasta excremento… de uno de ellos.
Al llegar a la adolescencia Chiche tuvo un grupo de amigos bastante bravucones, salían del colegio y uno de ellos se sacaba el guardapolvo, corría con una peluca al viento y gritaba “me violan, me violan”, mientras sus otros 15 compañeros lo perseguían. Procuraban pasar delante de la policía que los comenzaba a correr. Al llegar a la plaza San Martín subían a donde toca la banda, hacían un círculo mientras gritaban, y en ese momento se quitaba la peluca, se ponía el guardapolvo y al apartarlos la Policía… eran todos muchachos. Fácil fue la solución “todos a la comisaría!!!”. De todas formas, salían rápido pues uno de los padres de ellos era el comisario, aunque los ponían a hacer tareas de limpieza y hasta una vez los dejaron una noche a todos allí.
Oscar se enojaba con cada vez que debía retirar de allí a Chiche

A veces dicen que las historias se repiten, quien sabe por qué, pero un día Chiche vio una morena. Estaban en lujan, con un grupo de amigos y allí se le acerco a hablarle.
“La negrita” le decía su padre, Goyo, otro hombre de honra, trabajador y alegre,
mecánico, dueño de una ferretería, y hasta se daba a la construcción, se dice que un día ayudo a Fangio a arreglar su auto y este en forma de agradecimiento le dio una llave. Así crió a sus hijas Estelita, y Capi de la mano de su esposa, María. Ellos venían desde La Pampa, Santa Rosa, donde el verano es muy seco y el sol morena la piel, pero pronto se mudaron a Buenos Aires y vivieron en La Plata antes del nacimiento de su segunda hija.
La relación con su mujer era rara, pues ambos eran de distintos palos y se daban siempre para el debate, si él era Radical, ella Peronista, si el Pepsi, ella Coca… y vamos si le gustaba la Coca cola que participo en varios concursos. Sonaba el teléfono y atendió…
Teléfono - Hola esta es una promoción de Coca Cola, cuando suene nuevamente el teléfono debe responder: “Coca Cola”
María - Goyo! Goyo!, nos llamaron de un concurso! Hay que atender y decir coca cola!
Goyo - Boluda! Deja el teléfono, te están haciendo una joda!
Teléfono - RIIINGG!!! (suena)
María - COCA COLA!!
Teléfono - AGARRAME LA #$$%$”@#$!!!
Su negrita, Estela, la hija mayor de Goyo anhelaba con viajar a África a enseñar a los negritos, pues su vocación fue desde los 15 años impartiendo enseñanza a los niños. Así fue como un día por la mañana leyendo el diario le llama “Mira negrita!, acá dice que unos nativos se comieron a unas monjitas en África, allá es donde querías ir, no ”.
De algún modo, nunca le negó de hacer nada a sus hijas, pero sabía como aconsejarles.

A Chiche le presentaron a Capi, para salir a un baile, y bailo con ella.
Pero a el le gustaba Estela, quien era cortejada por otro joven (que al ser mayor digamos que tuvo un relativo éxito empresarial). Lo apartó y le amenazó, el muchacho le dijo que a el le correspondía estar con Capi, pero Chiche no se doblegó ni desistió. “Yo voy a estar con quien yo quiera!” toreaba, y hasta casi alguna vez se dan a la pelea en medio de un campamento.
Chiche y Estela se hicieron grandes amigos, y un día el le preguntó “¿Podremos ser algo más que amigos?”. De ese “algo más”, nacieron Corina, Adrián y quien les relata.
Pero la relación con su suegra fue difícil, pues a María no le caía bien que saliera con su hija… a lo que un día le pregunto “Otra vez por acá!!!” y Chiche le dijo “Sí!!! Y me la voy a llevar a su hija y me la voy a llevar a vivir lejos y no la va a ver nunca mas!”.
Estela reía al verlos porfiar y en como se hacia el malo, pues no tuvo buenos resultados, tal vez si, pero con un pequeño margen de error, pues María llego a vivir en un departamento a una cuadra de su casa.

Pasaron los años y Chiche entro a la colimba, durante un año debía de estar lejos de todos. Todos los domingos se sentaba a almorzar en la mesa con los Oyola, y el primer domingo que se ausentó se sintió en todos, tanto que Goyo, con la voz superada pregunto “Epa! Que pasa ché que están todos – se quebró su voz y empezó a llorar – tan tristeeees!!!”. Chiche y Goyo se habían hecho buena compañía y Chiche aprendió grandes cosas, especialmente de mecánica de su mano. Años mas tarde, ni sus hijos podían quitarle la obsesión de seguir comprando camionetas viejas, micros, motos, con la intención de arreglarlas y usualmente va a lo del mecánico del barrio, un amigo suyo a pasar las tardes engrasándose las manos y tal vez, comer un asado a escondidas.
Nuevamente, lo importante es tener amigos. Pues en la colimba de algún modo obtuvo las llaves del regimiento, y por las noches se escapaba, tomaba el tren e iba a visitar a Estela, antes de despuntar el alba debía volver, para que no se sospechara nada.
Allí se convirtió en un granadero a caballo y tuvo uno como compañero, nuevamente uno de la familia montando a caballo, se hicieron grandes amigos. Se llamaba /// y era un gran bromista. Chiche debía bañarlo y estar con él asiduamente, al retirarse se lo quiso llevar consigo, comprarlo, pero no se lo permitieron. Aquel caballo era demasiado vivo, hasta se burlaba de los jefes y reía a carcajadas. Un día, formados los granaderos, para hacer una inspección, le quito el gorro del jefe, y se lo tiro, y río mostrando los dientes. El superior se enfado y pataleo tanto que mandó al caballo a ser castigado mandándolo al establo, sin salir, por algún tiempo… pero justo, era el caballo de… FASIO!!!

Cuando ya llegaron a una edad adulta, se unió en matrimonio con Estela y pusieron un negocio de polirrubro, en la esquina de la casa donde viven juntos…

La casa, la sangre y las historias siguen y continúan vivos, pues la muerte es el olvido, y siempre reímos al recordarlos, es la mejor herencia. Todo empezó con un viaje y una maleta.